jueves, 5 de abril de 2012

¿Jugamos a ser diferentes?



Nacemos para marcar la diferencia, aunque la naturaleza a veces también tiene sus caprichos y rompe la monotonía. Por ejemplo los pelirrojos, ¿qué cosas verdad? basta una variación en el cromosoma 16 para ser especial, y los zurdos, otros que tal bailan, que es algo que no se nota a simple vista pero aunque se notara sólo el 13% de la población la presenta.


Los daltónicos, que ven el mundo de otro color, los albinos y su falta de pigmentación... o sin irnos tan lejos, intenta poner la lengua en forma de "U", ¿eres capaz? si no es así, no te preocupes, es cuestión de genética, o deja de mirar la pantalla y ponte bizco, ¿ya? otra herencia del ADN.


Así que ya véis, no hace falta pensar en hermanas siamesas o perros de dos cabezas para demostrar que la diferencia la marcan los pequeños detalles. 

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